Los miembros del comando Txikia de ETA alquilaron un sótano en el número 104 de la calle Claudio Coello y allí desarrollaron la llamada “Operación Ogro”: excavaron un túnel subterráneo hasta el centro de la calle, colocaron una potente carga explosiva y la conectaron con un cable eléctrico que atravesaba la vía hasta la esquina de la calle, donde el 20 de diciembre de 1973, tres etarras simularon trabajar como electricistas. A las 9.20, al paso del vehículo en el viajaba el presidente del Gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco, hicieron estallar la bomba. La explosión fue de tal potencia que el coche sobrevoló la residencia de los Jesuitas y cayó en el patio interior. Los tres ocupantes del vehículo resultaron muertos.
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